EL CIRUJA

Chelsea no aguanto y la sola presión de tener al potente Barcelona al frente hacia que los corazones de los hinchas ingleses palpitaran a una velocidad superior a la normal. El gol de Essien les daba una tranquilidad mentirosa y momentánea a los Blues que desde temprano ya ganaban el partido 1 - 0; pero el rival era el equipo mas goleador de toda la Champions y el mejor equipo del mundo para muchos, lo que hacia pensar que en cualquier momento podían hacer un gol que los clasificara a la final.
Chelsea seguía aguantando y defendiéndose de una forma brillante, jugando de la única forma que se le puede jugar al Barcelona de Guardiola. El azulgrana que no se rendía, y atacando más con el corazón que con la cabeza, intentaba vencer una defensa que con el paso de los minutos parecía un muro.
Y entonces llega el minuto 90, ese que nos hace sufrir más, ese que acelera el corazón, ese minuto al que todos le tienen miedo. Y el Chelsea supo porque le tienen miedo al minuto de dios: por que perder en el último minuto no es igual que perder en el minuto 28 o el minuto 65, perder en el minuto 90 duele y duele en el alma. Por eso las lágrimas de la gente en la tribuna, por eso la impotencia de Ballack corriendo detrás del árbitro, por eso Drogba le gritaba a las cámaras como si nosotros pudiéramos hacer algo. Tras el remate certero de Iniesta el partido se empataba y clasificaba al Barcelona.
festejaban los iracundos hinchas españoles a los que esta ves les toco disfrutar las dulces mieles del minuto de dios, regalo que te da el futbol de ves en cuando; con eso al Barça le alcanza para ir a Roma y buscar el titulo nuevamente, esta vez ante un Manchester que no se puede subestimar।

Daniel Sanchez
Medellin, Mayo 2009